Arxiu del 21 Novembre 2009

Detalles con importancia

A veces a un reloj le falta algo, sólo un detalle, pero ese detalle lo hace, parafraseando a Sabina, extraño como un pato en el Manzanares, y no te lo pones porque sabes que vas a estar huraño como un dandy con lamparones, o inquieto, como un párroco en un burdel. A mi nuevo Cortébert le faltaba sencillamente esto:

Cortébert

Una hebilla de oro rosa, sencillamente la hebilla que combina con el bisel, los índices y las agujas. Ver la hebilla orginal de la correa, de acero inoxidable, se me antojaba absurdo como un belga por soleares, y tampoco creía que la solución fuera una hebilla en pvd negro, que sería oscuro como un túnel sin tren expreso y quedaría bien en la canción, pero no en el reloj.

De ahí que estaba yo negro como los ángeles de Machín y febril como la carta de amor de un preso…, errante como un taxi por el desierto, buscando la dichosa hebilla que, al final, encontré ¡en Alemania! (¿Porqué puñeta no existen tiendas de hebillas?).

Con su hebilla el reloj ya está presentable, y por ello lo exhibo como poseedor orgulloso de la pieza

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Epicuro encontró varios movimientos Cortébert UT6431 NOS, una especie de locomotora, capaz de atronar en una habitación silenciosa, y tan pesado que puede emplearse como arma arrojadiza…

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…pero lejos de mi intención está ese uso, y más ahora, que ya tiene la hebilla adecuada para abrocharse a mi muñeca

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No es un reloj que pase desapercibido, pero la limpísima esfera de un precioso marfil considero que compensa el tamaño de la caja

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En su esfera llaman la atención dos detalles. El pequeño segundero, tan pequeño que Javier, el creador del reloj, me lo definió como «un suspiro» y los dos orificios que permiten ver el movimiento del ancora,… pero como a los profanos no es fácil contarles detalles sobre el funcionamiento del reloj mecánico les digo que son los agujeros que permiten respirar a los enanitos que mantienen el reloj en marcha

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La combinación de pvd negro y oro rosa y, especialmente, el tamaño lo convierten en una pieza sólo apta para los dispuestos a escuchar frases del tenor de,… «tu no llegaras nunca tarde» «de que iglesia has robado el reloj» «le has puesto correa al reloj de la cocina…» ¿Es un reloj grande? No. ¡Es un reloj enorme!

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Bueno,… tampoco tanto si lo comparamos con un japonés sobradamente conocido por los aficionados…

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Ahora ya no le falta detalle, la hebilla ya es igual que el bisel, y por concluir también con Sabina, haré caso a su consejo… diles que no piensas fichar, pon el reloj a la hora de los locos de atar,… por los relojes

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