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El Pájaro Azul de la Felicidad

Cuando algún fabricante de cajas abrió las fronteras del tratamiento PVD a colores alternativos al manido negro o al gris debo de reconocer que el azul me tentó. Me lancé enseguida a ello, y encontré enseguida la esfera adecuada a la caja azul, la Sunray de Helenarou.

Pero para completar el conjunto, como ya conté, me conformé con una correa de nylon, ya que no tenía hebilla, y, lógicamente no quería combinar PVD azul en la caja y acero en la hebilla, no habría sido,… perfecto. Pero ahora he conseguido la hebilla del color de la caja, y ello me ha permitido ser creativo con la correa. El conjunto es un clásico informal que no deja indiferente a nadie

L'Oiseau bleu

Si podemos otorgar un calificativo a este reloj es veraniego, de ahí que haya sido mi favorito del verano. Ahora es más cómodo que con el nylon, pero sobre todo luce mucho más

L'Oiseau bleu

Ahora, por ejemplo, la correa no oculta el calibre de este reloj de piloto que ha cobrado ahora un aire más marinero que aereo…

L'Oiseau bleu

El calibre es un Unitas 6497, firmado por Helbros, la manufactura de Chicago que popularizó los ‘invincible’.

L'Oiseau bleu

La correa, que es la protagonista real de este post, ya que me ha permitido recuperar el reloj, es made in spain, una Piero Magli, la firma de Elda que me sigue sorprendiendo a menudo con sus diseños y su calidad. La hebilla, tras muchas horas de búsqueda, la encontré aquí.

L'Oiseau bleu

Al final, como en la obra de Maeterlinck, al pajaro azul de la felicidad, ya lo tenía en casa…

L'Oiseau bleu

El peluco colorao

La vigésima tercera edición del Diccionario de la Real Academia va a incluir, por primera vez, la palabra «peluco», que define como reloj ostentoso de pulsera o de bolsillo. Pero parece que, de momento, la RAE no admite «colorao» como sinónimo de oro; cosa que lamento, porque a mi esta sinécdoque* es de las que más me gustan del amplísimo argot del español. A pesar de que su definición sólo se ajuste a la norma en la mitad, permitidme que presente mi nuevo «peluco colorao»…

La altura del cañon de minutos, que obliga a una caja determinada, la voluntad de conservar las agujas originales del reloj de bolsillo,… eran diversos los factores que limitaban la elección de la caja, y esta de piloto con PVD de oro fue casi la única posibilidad, de manera que el resultante no es un reloj para todas las ocasiones, es,… poco versátil, pero bello.

Tenía marine blancos, marine negros,… pero me faltaba el marine roman, así que opte por la límpia esfera de los cronometros de la marina para el calibre Bulova 17 AB que hacía tiempo quería que Javier ensamblara en caja de pulsera. He dedicado posts anteriores a estos excelentes calibres de carga manual, pero este además es dorado, en perfecta armonía con la caja…

Una caja que muestra en la carrura el corazón que contiene…

(*) Tropo que consiste en designar una cosa con el nombre de otra, que no es más que una parte de ella. También con el de la materia que está hecha, o con una propiedad o característica, generalmente esencial de esa cosa. En este caso el vocablo colorao, procede del color característico del oro

Lépines y Savonnettes…

…tal vez suene a familias rivales de drama shakesperiano trasladado a Francia, no a calibres de relojería; y lo cierto es que la primera expresión si proviene del apellido de una persona, del de Jean-Antoine Lépine, que creó y dio nombre a los calibres de los relojes de bolsillo cuyo segundero está en línea recta a la corona. La expresión inglesa para designar este tipo de reloj es «open face» ya que no tiene tapa que proteja la esfera.

Los denominados savonnette tienen tapa tanto en la parte posterior como en la de la esfera. Como sea que estos relojes a alguien le recordaron los pequeños jabones de tocador, se les asocia a este curioso nombre. En este caso el inglés los designa como «hunter», reloj de cazador, ya que la protección de la doble o incluso triple tapa, los convertía en los más adecuados para actividades al aire libre. Los savonnette o relojes de cazador tienen el segundero a 90º respecto al remontoir, lógicamente porque la posición para sostener el reloj en la mano y accionar el mecanismo de apertura forzaba en cierta medida el diseño y colocaba la corona a las 3.

Por simple economía de escala en su producción, lépines y savonnettes tienen partes intercambiables, pero también montan otras que se enfrentan como familias venecianas rivales cuando se pretende casarlas. Los calibres Unitas 6497 y 6498, lépine y savonnette respectivamente, pueden combinar algunas de sus partes, así, si un día una esfera de 6497 te fascina sabes que deberás encontrar un calibre 6498 si quieres emplearla en un reloj de pulsera. Eso es lo que me pasó, me prendé de la esfera de un Bulova 16AB, que así denominaba al 6497 la manufactura de origen bohemia que fabricaba relojes suizos en los Estados Unidos. Me prendé de su tipografía, de su textura, de su blanco roto,…

Bulova 16AE

pero claro, no la podía emplear con el calibre original así que, si quería un reloj de pulsera con ese cuadrante Bulova necesitaba un calibre 16AE, que así era como la actual subsidiaria estadounidense de Miyota llamaba entonces al 6498 de Unitas.

Bulova 16AE

Encontrar además una caja que admitiera la esfera de mis deseos tampoco fue fácil, pero a las dificultades para encontrar la materia prima se debe sumar el hecho de que la esfera que me fascinó era menisco-convexa, así que los ejes de las agujas y las propias manecillas requirieron de la experta mano de Javier para ser adaptadas para el proyecto. La combinación da pie a una pieza que consigue aunar la estética vintage, que me fascina, con unas dimensiones actuales y materiales contemporáneos. Una esfera clásica y texturada en una caja de 44 mm de acero, números art déco aplicados bajo el cristal de zafiro, la corona de cebolla se corresponde con la época y la estética de la esfera. Una vez superadas las dificultades sólo queda el reloj,… ¿sólo?

Bulova 16AE

Para una pieza única era imprescindible una correa igual de exclusiva. El Bulova estrena correa del amigo/artesano/creador Paco Guerra, que ha empleado piel de raya sin pulir procedente de Tailandia. Me consta que se trata de un material que presenta notables dificultades para su trabajo, pero acentúa el carácter único del conjunto. Marrón oscuro, tacto perlado,… abrochada con un cierre de mariposa en acero cepillado,… todo le aporta exclusividad a un reloj irrepetible

Bulova 16AE

Es la primera correa «Guerrita» que se incorpora a mi colección, pero es evidente que en mi caja habrá siempre sitio para otras creaciones de este artesano canario.

Bulova 16AE

Cuando lo tienes (casi) todo…

A veces buscas otro más, otro mejor,… pero hay ocasiones en las que lo que quieres es uno distinto. Distinto a los otros, radicalmente distinto, y para eso están los colores,… Colores de esfera, colores de correa, colores de agujas,… pero también colores de caja.

Más allá de lo convencional: acero, oro o PVD negro; existen todavía ciertas posibilidades de variar, por ejemplo, PVD azul

Helbros

Su vocación es simplemente esa, la de ser una pieza distinta, única en mi caja. Javier encontró una esfera del mismo azul que la caja, y con blanco y amarillo, para combinar con las agujas

Helbros

He optado por una correa de nylon, en azul y negro. Es una correa sin hebilla, porque ha sido imposible encontrar una hebilla con tratamiento de PVD en azul, lo lamentable es que oculta el reverso del reloj, así que no se puede apreciar el calibre UT 6497 firmado por Helbros que late en el reloj azul

Helbros

Se trata de un reloj deportivo,… el azul con detalles en amarillo le concede cierto aspecto de blue jean

Helbros

Big Blue Bulova

Decir Bulova es mencionar un constante ir y venir,… a finales del XIX Joseph Bulova, dejó Bohemia para ir a Nueva York, donde abrió una modesta joyería en Maiden Lane y comenzó la fabricación de relojes de bolsillo, de mesa y de pared. Pero a mediados del siglo XX los descendientes de Bulova volvieron a Europa para proveerse de calibres Unitas, que se llevaban para montarlos en los relojes que fabricaban en Estados Unidos. A principios del XXI he hecho volver a Europa algunos de esos relojes, ya que la firma norteamericana, firmaba un par de versiones del Unitas 6497 que todavía no están en mi caja…

Pero mientras los proyectos Bulova ya estaban en marcha, Javier hizo acopio de fornituras que tenía sobre la mesa, limpió un calibre 16AB y lo montó en una caja para la que adaptó un plexi abombado que le sienta de maravilla y en la que colocó una esfera azul, sobrante de otro proyecto relojero que se está cociendo en el atelier de Epicuro150,… Yo sólo le he colocado una correa de piel de avestruz azul marino…

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La firma estadounidense empleaba calibres Unitas básicos para su segunda marca, Caravelle, pero los que he visto en relojes firmados por Bulova son excepcionales. A pesar de su apariencia, poco tienen que ver con el humilde 6497 habitual

La idea de Javier de colocar un plexi abombado otorga al conjunto un aire de originalidad, igual que su color azul, poco habitual en las esferas de este tipo de relojes.

La caja es de 43 mm; la corona, pese a ser grande, es de cebolla y no incrementa en exceso el diámetro; el color azul es tan oscuro que se muestra muy discreto,… se trata de un reloj muy versátil

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Simplicidad, abstracción, geometría perfecta, acabados precisos: Less is more

Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el minimalismo es una corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples, materiales naturales,… Los «ready-made» de Duchamp fueron los primeros elementos, junto con las obras de Reinhardt, en ser cualificados de «minimalistas» por el filósofo británico Richard Wollheim, en 1965. Minimalista describe desde entonces cualquier cosa que haya sido reducida a lo esencial, despojada de elementos sobrantes. Tal vez en castellano correcto debería hablarse de «minimismo», pero se ha impuesto la transliteración del inglés.

Cuando Duchamp había consolidado su éxito, y el Pompidou acogía su primera antológica, en 1977, mr. Moody se acercó a la relojería de John Mason, en Retford, para comprar su nuevo reloj. Mr. Moody, sin que sepamos porque, compró un reloj mecánico cuando Japón consolidaba la invasión del mundo con relojes de cuarzo. Mientras los fabricantes suizos veían desmoronarse su negocio, en Retford vendían, no sólo un reloj mecánico suizo,… ¡un reloj mecánico suizo de bolsillo!

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Un reloj de bolsillo que se ha mantenido razonablemente hasta que ha llegado a mis manos, para que su calibre sirva de soporte a un conjunto de inspiración minimalista.

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Para hacer honor a la filosofía estética de la pieza, el sello grabado en un de sus puentes, que permite conocer su origen es prácticamente inapreciable a simple vista.

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El número de série confirma la condición de setentero del reloj, salido de su manufactura el mismo año en el que se creó el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres… Cuando una de las grandes marcas de la relojería la que firma un calibre como el Unitas, éste deviene excepcional. Tras ser aceitado por Javier, el Omega 960 hace honor al año en el que fue producido, hace más de un tercio de siglo.

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Tal vez alguien crea que es atrevido y pretencioso llamarle «ready-made», pero lo cierto es que, a pesar de no haber sido creado como objeto artístico, verlo produce sensaciones muy similares a las que causa contemplar lo que convencionalmente consideramos arte.

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Tres agujas. Una de ellas sólo es útil para saber que las otras dos se están moviendo al ritmo que les corresponde.

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Para fijarlo a la muñeca la correa más simple que uno pueda imaginar. Piel negra, sin repuntes, sin exotismos. 22 mm de ancho al principio y al final de la correa. Paralela negra perfecta asida al circulo de acero que envuelve una de las esferas más límpias que jamás se haya visto,… pero tal vez sea yo el único que aprecie cualidades artísticas…

De como un Omega cruzó el Río de la Plata

Tigre es una ciudad turística en la provincia de Buenos Aires. Se encuentra junto al río Luján, justo cuando éste desagua en el estuario del Plata. A la otra orilla de este estuario está Montevideo, la capital y ciudad más poblada de la República Oriental del Uruguay. De ambas riberas del Río de la Plata proviene mi nuevo reloj.

Omega denomina 960 a sus calibres Unitas 6497. Muchas firmas relojeras han adaptado este todo terreno de la relojería de la segunda mitad del siglo XX, pero cuando lo hacen firmas de gama alta los acabados del movimiento son excepcionales.

Llevaba tiempo tras un reloj de bolsillo equipado con un movimiento Omega 960. Lo encontré en Tigre, en la ribera derecha del Estuario del Plata.

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Una vez en mis manos llegué a la conclusión de que este movimiento excepcional merecía un trato especial. No podía ser ensamblado para revivir como reloj de pulsera con un rostro anónimo, como ocurre cuando la esfera original de la pieza de bolsillo no puede usarse para la transformación, así que me afané en buscar una esfera adecuada…

Pero no la encontraba, y el reloj de bolsillo me llamaba desde el cajón mientras las horas dormían en su cuerda, «como el pájaro duerme en las ramas»,… Así que concluí que debía de encargar una esfera «taylor made».

La casualidad me llevó a la otra ribera del Plata, a Montevideo. Allí encontré a Samuel, un esferista que trasladó a la «plancha» un diseño claramente inspirado en el Railmaster, gran esfera de lectura clara, números árabes a las 12, 3 y 6, índices isósceles y gran segundero a las 9.

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Una de las notables virtudes de los relojes ensamblados a partir de calibres de bolsillo es su exclusividad. Este es un Omega único, que cuesta una ínfima parte de lo que vale una de las creaciones comerciales de la marca.

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Lo cierto es que todavía es mejorable. Por ejemplo, sigo buscando las agujas que le corresponden, para sustituir las únicas que he encontrado de dimensiones adecuadas a la caja de 47 mm que acoge el Omega 960.

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En cambio, si que he encontrado la correa adecuada al conjunto, una Hirsch Principal, con extremos curvos que se ajustan a la caja, y también he tenido la fortuna de encontrar la hebilla firmada que completa el conjunto

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Back in Black

Siempre procuro que mis decisiones sean fruto del equilibrio entre la estética y la mecánica, por eso, cuando hace ya meses me hice con un antiguo Unitas de volante compensado, firmado por Grüen, tenía claro que debía esperar a encontrar el continente idóneo para un contenido de ese nivel.
La firma de Columbus, Ohio, modificaba los calibres suizos para adaptarlos a sus notorias creaciones, como los ultra-thin y los curvex. Este Unitas es obviamente posterior, pero sus acabados lo hacen más próximo a las excepcionales piezas de la marca que a los convencionales UT6497 que hemos visto firmados por numerosas ensambladores que no aportaban mérito alguno a la relojería de mediados del siglo XX.

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Pero un calibre de este nivel precisaba una caja con personalidad, además, como mi vuelta a casa tras estar medio lustro expatriado recuerda tanto la canción de AC/CD,… I’ve been too long, I’m glad to be back… yo nunca he sido especialmente metalero, pero uno es de la generación que es, y tenía claro que debía volver en negro,… back in black, como cantaría Brian Johnson… PVD negro en la caja, esfera negra con superluminova,…

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El look de reloj táctico se remata con neopreno negro para la comodísima y ligera correa, abrochada por un enorme ardillón, también en pvd negro, por supuesto…

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Creo que he conseguido lo que quería, un reloj que no sabes si te gusta más por delante o por detrás, por dentro o por fuera…

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De las manor de Javier (Epicuro150) salen relojes excepcionales, pero se me antoja que este puede ser uno de los que despierte más unanimidad…

Grabar también es fijar profundamente en el ánimo un sentimiento o un recuerdo

Imagino que le ocurre a todos los aficionados a los relojes, a menudo alguna persona con pocos conocimientos relojeros pregunta si tu reloj es «bueno», en estos casos el «bueno» no tiene el mal sentido machadiano de la palabra, ese «bueno» es el antónimo de falso. Yo siempre contesto lo mismo, que sólo tengo relojes honestos, relojes que no pretenden aparentar lo que no son,… bueno, tengo un discurso más o menos ensayado sobre que es infinitamente mejor un modesto japonés que cualquier reloj falso,… que concluye insistiendo en que son relojes «probes, pero honraos».

Como he repetido ese discurso en demasiadas ocasiones, me he dado cuenta de que mis últimos relojes no cumplían íntegramente la condición de relojes honestos de la que tanto presumo. Se trata de relojes con una historia más compleja de lo habitual, un calibre buscado aquí, una caja encontrada allá,… Una esfera que alguien había olvidado en un cajón… Si, complejidad creo que es la palabra justa.

Pues he intentado resumir esa complejidad en una sola frase, que ahora luce en la trasera de esos relojes. Se puede saber el origen, el calibre y el año de su transformación en reloj de pulsera. Si hay alguna característica especial también la he incluido en el texto…

Algunos de los fondos se lo han puesto difícil al artista, pero los que no ponen obstáculos resultan especialmente agradecidos…

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En algún caso ha cabido, incluso, una referencia al ensamblador del reloj,…

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…por cierto, si el mérito del ensamblaje es de Javier (Epicuro150), el del grabado es de Diego, al cual he llegado por intermediación de. Manel Alabart, a ambos gracias por el excelente trabajo.

A estos relojes y a sus viejos calibres, les quedan por delante muchas horas que contar, muchísimas,… tal vez diversas generaciones los ciñan a su muñeca, pero sin que se pierda su historia

Monsieur Tissot et monsieur Cortébert, et aussí son frère cadet, sont venus chez moi

Estos dos caballeros suizos, acompañados de un joven, producto también de la manufactura fundada por Abraham-Louis Juillard en la ciudad suiza de la que tomó el nombre, Cortébert, han renacido para disfrute de mi muñeca.

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Tengo escrito en este mismo blog que los procesos de ensamblaje son muuuuuy laaaaargos. Disponer de todos los elementos necesarios suele precisar meses, muchas esperas, algunas decepciones considerables y notables alegrías finales. Una de las prácticas que puede acortar los procesos es aprovechar las oportunidades, comprar aquello que intuimos que puede sernos útil a medio o largo plazo.

Como llevo ya unos meses con cierta adicción a Cortébert, cuando vi un precioso calibre 665 de esta marca, con volante compensado y una esfera original en aceptable estado lo compré. El vendedor lo anunciaba como «wahrscheinlich defekten artikel», por lo que no tenía esperanzas, lo compré para convertirlo en un donante de órganos,…

Cortébert

¿Qué más se puede esperar por 12 euros? pero cuando se lo enseñé a Javier me dice «mira, pero si funciona…» Al cabo de un rato, ya le había encontrado una caja en la que el 665 encaja a la perfección, luego adaptó una tija y ¡a funcionar! Ahora falta cambiarle el plexi, pero a pesar de su modesto tamaño, y del ligero golpe en la esfera (entre el 11 y el 12) sólo con ponerle una correa color moka ya presenta un aspecto excepcional.

Cortébert

Reconozco que su tamaño impedirá que se convierta en uno de mis habituales, pero lo cierto es que en mi caja también habitan algunas piezas que tienen sólo por objeto ser contempladas, ser puestas en hora y contribuir a que la banda sonora de la habitación sea un continuo tic tac, tic tac, tic tac,…

Cortébert

…por cierto, este Cortébert 665 está prácticamente en parámetros COSC, lo que, para ser un «defekten artikel» no está mal, no está nada mal…

Cortébert

El cadete Cortébert, es el cuarto de mis relojes de esta desaparecida marca. Primero llego a mis manos un 677, el más reputado de los calibres de la firma, posteriormente Epicuro me montó uno de sus calibres UT 6431 NOS Cortébert, una auténtica delicia. En el tercero de los relojes firmados por la manufactura del cantón de Berna latía un movimiento UT 6497.

Cortébert

A pesar de los intentos de lapidación que he sufrido por modificar relojes de bolsillo, no me enmiendo, y el dorado calibre ha sido transplantado a una caja de pulsera.

Cortébert

No resulta nada fácil encontrar esferas. Abundan las,… inspiradas en los Florentinos y las de piloto, pero cuando prescindes de estos modelos la oferta se reduce. Estoy contento con la que encontré para mi Cortébert. «Arreglá pero informal», combina el plateado y el crema con índices y números romanos, todos con un trazo irregular. Las agujas Breguet forman parte de la parte «arreglá», formal, del conjunto.

Cortébert

La caja de acero tiene unas dimensiones,… comedidas. Sin biseles estriados, sin carruras decoradas,… una caja austera, poco alemana, diría yo, en la que confieso que echo de menos una corona sobredimensionada que facilite darle cuerda al reloj.

Cortébert

El marrón claro con pespunte crema de la correa pretende armonizar con la esfera. He probado con cocodrilo marrón, pero le da un aire demasiado formal al reloj, en cambio esta, tipo Liberty, me gusta.

Cortébert

He aprendido que es fundamental conservar la caja original, su esfera y todo lo necesario para revertir la modificación, si fuese necesario.

Cortébert

Para acabar el trío abandonamos Cortébert y nos centramos en Le Locle, ciudad en la que Charles-Félicien y Charles-Emile, padre e hijo, fundaron la compañía relojera que se conoce con el apellido que, obviamente, compartían: Tissot.

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En este caso el fondo visto resulta absolutamente imprescindible. Se trata de una de las versiones más trabajadas de un calibre Unitas, el Fancy Gold, con volante compensado

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Lamentablemente he debido prescindir de una de las modificaciones más curiosas del reloj, el piñón adaptado para remontarlo con llave, «à l’ancienne», pero la visión del calibre sigue siendo todo un espectáculo.

Tissot 6497

En casa somos más de esferas blancas, pero en este caso no le he sido fiel a lo albino, y la verdad es que estoy satisfecho de la elección. Creo que el tamaño contenido de la caja (exactamente igual a la del Cortébert que he mostrado antes) y la esfera negra configuran un conjunto elegante.

Tissot 6497

Tissot 6497

Búfalo negro para ceñirlo a la muñeca, una piel que cada día aprecio más por su suavidad. Acorde con su tamaño, la caja tiene un ancho entre asas de 20 mm, lo cual, en mi opinión, redunda en lo atractivo del conjunto.

Tissot 6497

Ni que decir tiene que en este caso es imprescindible conservar todos los elementos originales…

Tissot 6497